martes, 1 de febrero de 2022

SENDA FLORA Y LIBERTAD

 

Senda, flora y soledad

Los labios de la senda
tiene una flora otoñada
en tierra apiña su pena
y en recodo su almohada.
 
Ando estrecho sendero
y no llegan rayos de sol
a ellos los voy buscando
como lo hace el girasol.
 
La corta senda la estiro
dejando atrás flora voy
me regala algún rasguño
y esquiveces a ella doy.
 
Escabroso es el sendero
con escalas de raíces
con los rehoyos del agua
y con naturales matices.
 
Apoyado en un bastón.
El calzado deja huella.
Las retinas miran suelo.
Y mi respirar resuella.
 
A La flora voy mirando.
En soledad movimiento
pensativo y ensimismado
dibujando sentimiento.
 
Últimos días de otoño
y veo musgo verdoso
postrado sobre la tierra
y tan solo acariciar oso.
 
Entre la flora perdido
sus ramas entrelazadas
con el bastón abro ruta
ellas se muestran airadas.
 
El poeta moja su pluma
en la savia de la flora
en mudez de la soledad
y en mi mente soñadora.
 

La flora fecunda al poeta.
Y en soledad soy dichoso
ella me imbuye ideas
que al folio virgen adoso.

 
20/12/2021
                        JUAN GARCÍA INES
 
 

EL VENERO SUEÑA

 

El venero sueña

El venero sueña
al exterior emerger.
No le importa donde
él no puede escoger.
 
El venero sueña
con su agua errante
abrir puertas abre
su empuje el causante.
 
El venero sueña
allá en el subsuelo
beber de la lluvia
y mirar luego al cielo.
 
El venero sueña
con agua cristalina
entre moño de arena
encharque origina.
 
El venero sueña:
hacer humedales
y beban su agua
plantas y animales.
 
El venero sueña
que vuele su aliento
a oasis de esperanza
en paraje muerto.
 
El venero sueña
formar una fuente
y hacer riachuelo
con activa corriente.
 
El venero sueña
y soñando llora
su lagrimeo riega
al campo y su flora.
 
El venero sueña
que su agua resbale
por tierra sedienta
y fertilidad regale.
 
El poeta escribe
su pensar imaginable
ilógico y absurdo
jocoso e irrazonable.
Pero mi pluma quiere
que su sueño hable.

 
08/12/2021
                         JUAN GARCÍA INES
 

EL PASADO QUE NO VUELVE

 

el pasado que no vuelve

 

El pasado que no vuelve
se va y deja espacio vano
su silueta andante se fue
lejos del clamor mundano.
 
Miro hacia atrás nada veo
y abierta esta mi ventana
aunque está de par en par
hueco blanco la engalana.
 
No hay nada, nada, nada
ni sombra de su figura
visionada solo en sueños
o en imaginada locura.
 
El pasado ya es pasado
es una evidente certeza.
Oculto en encefálico archivo
y en rincón de la cabeza.
 
Si los parpados se cierran
la mente es un laberinto
y por engañosa claridad
va buscando ese recinto.
 
Y cuando el recinto halla
Ilusorias se despiertan
y por el vacío de la verdad
igual que vienen desertan.
 
La grandeza del soñar
digo es un sexto sentido
dentro de esta irrealidad
se vive algo, que se ha ido.
 
El tiempo devora el pasado
borrando la imagen gravada.
Es sí…, como espejo roto
con expresión fragmentada.
 
El pasado se va alejando
en el corazón hace mella
y en soplos de la vida se ve
gestas que dejan huella.
 

El pasado lo he tintado
poniendo doliente empeño
¿Visionar imágenes podre?
Sí…! en la ilusoria del sueño.

 
13/01/2022
                  JUAN GARCÍA INES