La azada y yo
Sí
es legona o azada
llámala
como tú quieras
legona
viene del fraile lego
el
que trabajaba la huerta.
Pero
yo la llamo azada
y
las dos son herramientas
con
sus cortes afilados
para
hendirse en la tierra
y
cortar las malas plantas
es
decir, las malas hierbas,
el
corte se hacía romo
cuando
tocaba la piedra
saltando
algún fragmento
del acero
de gran dureza.
La
seguiré llamando azada
con
su astil de madera
se
ensalivaban los dedos
de
la boca salía esa pega
y
que el astil en las manos
escurrirse
no pudiera.
Un
día tras otro día
en las
manos dejó secuelas
durezas
eran los efectos
callos
se decía que eran.
La
elevaba hacía lo alto
y
con fuerza descendiera
para
que bien se clavara
en
la blanda o dura tierra.
Voy
a enderezar la espalda
y a
levantar la cabeza
para
secarme el sudor
que
por el cuerpo chorrea
me
apetece una sentada
que
el cansancio hace mella.
Me
he olvidado de la azada
ella
insensible acepta
que
cultive o no cultive
siempre
está a la espera.
La
seguiré llamando azada
fui
alumno de su escuela
no
he roto las amarras
porque
los recuerdos quedan
Aquí
la azada es la pluma
y el
pliego es la tierra
yo
notario de esta escritura
la
sintaxis une letras
las
ha anudado con tinta
10/06/2021
JUAN
GARCÍA INES
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