Volarán las hojas del otoño, floreará la primavera, se
agostará la hierba en el estío y será siempre invierno en esa aula sin poemas, poemas
que calentaban el ánimo y donde la imaginación nos hacía soñar y donde se despertaban
los sueños.
Las paredes se preguntarán. ¿Por qué no escuchamos poesías
y narrativas?
Nos han dejado huérfanos sí, el Sr Enrique Bustillo y
Antoni García, porque en esa tertulia- recital exponíamos nuestras inventivas, te
enseñaban a pensar y también muchas veces lo que teníamos que pensar. Era muy
enriquecedor, descubrí que se puede escribir dejando a un lado los sentimientos
y encontrar otras maneras para poder abarcar más espacio en el campo de las
letras.
Yo, desde aquí mi agradecimiento a tanto esfuerzo de estos
compañeros estoy en deuda con ellos, habéis dejado huella en la memoria, que
son y serán imborrables para el resto de mis días. Simplemente,
mi humilde reconocimiento.
He aprendido a reflexionar y pensar que cada poeta tiene
puntos de vista diferentes, aunque nos estemos refiriendo al mismo tema, sacando
del alma lo mejor.
Me hicieron sentir pasión por la lectura, para descubrir
otros autores y elementos de la naturaleza, quizá …. se habrían quedado en
algún rincón sin saber que existían.
Si, si yo ya empuñaba la pluma y teñía a esos pliegos
blancos con sentimientos que me canalizaban el corazón, pero ……. aquí aprendí
que hay otras maneras que yo muy gustoso aceptaba y luego pude llevar a la
práctica. (COMO HA QUEDADO CONSTACIA
EN LAS REVISTAS QUE HAN PUBLICADO)
Pasaran días pasaran años y sus directivos pasaran a la
historia por su tenacidad y buen hacer. Los poemas y narrativas no mueren… esos
escribientes aficionados que con una ilusión ilimitada ponían las letras al
servicio de los demás.
Echare de menos esos Miércoles, la pluma me dice, ya no
puedo llorar tinta en los pliegos y tú no los podrás recitar en el FORUN
CULTURAL.
La sala será una sombra de lo que fue, será un espacio
entre muros de silencio, miraré al espejo en la cara del pasado, pero pudiera
ser y poder pensar que sea solo una agonía efímera y la esperanza no nos
abandone para que alguien con ilusión abra de nuevo ese ventanal para que
puedan entrar los sueños y que resuenen al espacio esos ecos perdidos.
Quiero terminar escribiendo:
Las huellas del pie poco duran, pero las
huellas de la pluma serán imborrables al paso del tiempo.
Gracias por haberme hecho formar parte de este
grupo.
JUAN GARCÍA INES