viernes, 1 de agosto de 2025

QUE TIEMPOS....


 Qué tiempos ….

Resuenan los ecos

en vaguada de años,

germinan recuerdos,

algunos muy vagos.

 

Vagaba la infancia

por charco y tomillo,

por escuela y azada,

con puchero y morillo.

 

Infancia gustosa,

novia de la nada,

ingenua y feliz,

y también apenada.

 

Lumbre en la casa,

gavilla de espinos,

en los pies sabañones,

por el fuego y el frio.

 

Corría aquel niño,

por huertos saltando,

junto a los amigos,

y frutos hurtando.

 

Quietud aparente,

con cielo estrellado,

el hielo se instala,

con perros ladrando.

 

Con ramas y tierra,

dichosa cabaña,

independencia creída,

y de juegos morada.

 

Fumata de niños,

con boca humeante,

puros de hoja seca,

y no viera el padre.

 

Rodar por la calle,

la bola de nieve,

con alpargata rota,

y agrandarla se atreve.

 

Montado en trillo,

a veces cantando,

un sombrero de paja,

y una tralla arreando.

 

 Subir escaleras,

 el aula esperando,

 observa el maestro,

 y niños/as entrando.

 

Formación en hilera,

hábito sin asombro,

cantar “Caral-sol”,

y mano sobre hombro.

 

Gozoso recreo,

en la plaza los saltos,

jugar a la comba,

un juego entre tantos.

 

Pozo con bomba,

agua sacando,

moviendo maneta,

y botijo llenando.

 

Con viga en tapia,

columpio adorable,

balancín de niños,

con caída probable.

 

En arroyo juncos,

que son arrancados,

para hacer soguillas,

siendo trenzados.

 

Se asan bellotas,

en horno de leña,

construido por niños,

covacha pequeña.

 

Se adorna la calle,

y elegante se viste,

con arcos de ramas,

en el corpus Cristi.

 

Jugar a tanguilla,

los tangos en mano,

a esmerar puntería,

en un suelo llano.

 

  La infancia inspira,

  y persigo su huella,

  caminando hacia atrás,

  llegando hasta ella.


30/01/2023

 

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