Y dice la vid
Desparramo mi raíz
por la ladera o llanura,
buscando donde beber,
y luego puedan crecer
tallos de lamida
figura.
Resisto a las
estaciones,
de todas respiro su
aliento.
De la noche bebo su
rocío,
sí la luz del sol veo,
sonrío,
y me besan soplos de
viento.
Mis tallos se han de
podar
antes de la primavera.
Mis sarmientos a
recortar,
Y esta acción poder
llevar,
está el humano y la tijera.
La primavera llegando,
las yemas con su
erección.
Luego nacerá buen
racimo,
le cuidare con mucho
mimo,
después de mi
floración.
De mis yemas los racimos,
y de los racimos, las
uvas.
Tanto la blanca como
negra,
y en un solo color se
integra
en el lagar o en las
cubas.
Para robarme el racimo
y conseguir más
claridad,
me arrinconan alguna
hoja
y de otras se me
despoja
unas manos sin piedad.
Y que culpa tendré yo
de que me nazca esa
fruta.
De tamaño variada forma,
el humano lo transforma
y el paladar lo
disfruta.
Mis uvas limpias de
alcohol,
es verdad y esto es un
hecho.
Al fermentar mí dulce
mosto,
perder dulzura tiene un
costo,
15/03/2023
JUAN GARCÍA INES
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