jueves, 7 de julio de 2016

LA ZORRA Y LA TÍA RAIMUNDA

LA ZORRA Y LA TÍA RAIMUNDA

Era una casona vieja con un corral en su parte trasera donde las gallinas tenían su habitad y el gallo con su cantar no dejaba a nadie indiferente.
En eso una zorra que paseaba por los alrededores del pueblo y con su olfato de buena cazadora se dio cuenta que a su nariz llegaba un olor a gallinas y merodeando alrededor del corral pensaba como acceder hasta el gallinero.
Estaba la noche en toda su plenitud y con extrema cautela se iba deslizando por la oscuridad y acercándose a la tapia del corral saltó como un felino y se puso encima de la “BARDA” Que protegía a la pared de la lluvia y se dijo Uiiiiiii…Y pensó si bajo…! Como podre subir…! La pared por dentro tenia mas altura que por fuera y ella muy lista se dijo, ya lo tengo, había divisado un cesto de mimbre de aquellos que se usaban para el transporte de las uvas era bastante alto y poco pesado con lo cual podía moverlo fácilmente.
La tía Raimunda esa noche se había olvidado de cerrar la gatera y la zorra se dio cuenta enseguida, que bien!! de un salto bajo al corral y se introdujo por ese hueco que daba acceso al gallinero, como era de esperar sé armo un gran revuelo, las gallinas iban de un palo a otro y la zorra saltaba y saltaba para poder atrapar alguna, al fin lleno su boca de plumas, había cogido una presa pero…! Ahora tenía que salta al otro lado y ella muy astuta, con sus patas arrimo el cesto a la pared y así facilitaba su salto, lo tenía bien estudiado, y saltando al otro lado ya tenía todo el campo y la oscuridad a su disposición, dejando la gallina en la tierra y haciendo un hoyo para enterrarla, era su despensa y no muy lejos del gallinero y así con menos tiempo facilitaba el acarreo y repitiendo esta acción varias veces.
La tía Raimunda desde la cama sentía un gran revuelo pero…! Pensó va… es que se están levantando y arman mucho alboroto, era sobre el amanecer y dándose media vuelta sobre la cama se quedo dormida, pero…! Entre sueños volvió a sentir ese alboroto y se pregunto….? El gallo no se le oye cantar y siempre canta al amanecer algo raro está pasando y levantándose a medio vestir se fue hacia el gallinero y cuando llego HOOO!!! Qué horror plumas por todos lados el gallo en lo más alto de los palos pero que ha pasado aquí, enfadada pego un punta-pie al cesto pero sin pensar que lo usaba la zorra para saltar, de repente al sentir ruido la zorra salió como una bala, y se acerco al cesto para escapar, cuál fue su sorpresa que el cesto ya no estaba donde lo había dejado y corriendo de un lado para otro se volvió a meter en el gallinero para esconderse.
La tía Raimunda pensó de aquí no puede salir y se dirigió a una estancia donde guardaba un garrote, garrote que la ayudaba a caminar y cogiéndolo con fuerza se dirigió al gallinero gritando con rabia, donde estas, donde estas que te voy ajustar las cuentas, la vio en un rinconcito muy acobardada con unos ojos que parecían dos linternas estaba como pidiendo que la perdonara. La tía Raimunda no tuvo compasión y levantando el garrote la asesto un golpe en la cabeza y pensó…! La he matado…? Y gritando decía, anda zorra que bien muerta has sido y…! Repitiendo esa frases varias veces. Cogiéndola del rabo la arrastro hasta el portal de la casa algún vecino se acerco al oír los gritos, y con un Uiiiii se quedaron asombrados, la zorra tumbada en el portal de la casa, y mirándola muy de cerca creían que estaba muerta.
“SORPRESA”
LA ZORRA ABRIÓ LOS OJOS Y VIO LA PUERTA DE LA CALLE ABIERTA, SE LEVANTO Y COMO UNA FLECHA HUYÓ A TODA VELOCIDAD DEJANDOLES CON DOS PALMOS DE NARICES.
CONSIGUIO ENGAÑARLOS HACIENDOSE EL MUERTO
                                                       JUAN GARCÍA INES

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