A Juan ramón JimEnez
Un veintitrés de
diciembre
de mil ochocientos y algo.
A este mundo se asomó
y por los pliegos cabalgó
de las letras buen hidalgo.
Con la firmeza de mi alma
y el rasgueo de mi pluma,
voy a sembrar algún verso
será en este folio impreso
y te lo
entregara la Luna.
No te enfades Juan Ramón
cuando lo tengan tus manos.
Pues busque en tus alacenas
las alegrías y las penas
y tus temores arcanos.
Pesadillas en tus sueños
tu pensar han trastornado.
Pero las letras eran tu vida
pues tintabas tu inventiva
con resplandor acrisolado.
En Huelva primeros pasos,
luego por el mundo fueron
muchos de ellos obligados
para no ser castigados
por la terrible arma de fuego.
Y qué decir de tu Platero
que por él fuiste premiado.
Y en tu prado de papel
se
revolcaba y retozaba él
y en prosa inmortalizado.
Después de tanto suspiro
y con angustia existencial…
pero con alma soñadora
clareando alguna aurora
en soledad física
y espiritual.
La España esa tu España
la que solo, soñar pudiste.
Te empujaron al exilio
Y con ojos apagados volviste.
JUAN GARCIA INES
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