Me acaricio
y no volvió mas
por inmenso me refiero
al mar
con su lejano horizonte
amplio espacio de
libertad.
Quisiera acompañar a
las olas
y sus gotas me pudieran
atar
a su lado vivir emociones.
Utopía sí, pero yo quiero
soñar.
Pero nunca será un
sueño
porque las olas son
verdad
ellas nunca se repiten
son muchas, ninguna
igual.
En el mar de mis amores
hay olas que vienen y
van
y sé estrellan contra
las rocas
o en la costa con su
arenal
ahí retozan un instante
dejando en la arena su
sal.
Pero una de ellas se
acercó
sin intención de
salpicar
con mesura inesperada
su agua me vino a
buscar
luego se fue mar
adentro
me lamio y ya no volvió
más.
Desde un espigón
ilusorio
yo la quise contemplar
cómo se deshacían sus
rizos
y su altura la vi
aplanar.
Yo la seguiré esperando
creyendo que
volverá
muchas olas se me acercan
pero ella era muy
singular
a mí me cautivo su
caricia
cuando me vino a besar.
¿Yo le pido a POSEIDÓN
como poderla encontrar?
Tu espera en ese
espigón
lo que aquí versado
está
escucha los rugidos del
mar.
05-11- 2020
JUAN GARCÍA INES
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