lunes, 25 de enero de 2021

EL ARBOLÓN Y EL CUERVO

 

El arbolón y el Cuervo

No morir antes de contar

lo que en mi pueblo viví.

Narrando unas aventuras

aunque algún detalle perdí.

 

Y el que esto lea me dirá…

¡Oh que título tan extraño

esta realidad allí residía

en aquella época de antaño.

 

En la vega de mis amores

de arcilla, arena y tomillos

había un árbol alto y grueso

y empadronado en Olmillos.

 

Es un superlativo de árbol.

Le llamábamos el “Arbolón”

con unas brazas inmensas

y para el viento un violón.

 

Él quería crecer y crecer

su afán era tentar el cielo

las nubes le acariciaban

y preso le tenía el suelo.

 

Cada año se instalaban

y en lo más alto hacía nido,

el cuervo con su negro traje

y con dinámico graznido.

 

Llegar al nido un imposible

y allí criaba a sus corvatos.

Una incógnita los que eran

al volar contabas cuantos.

 

Sus alas rompían silencio

y a ras de las casas volaba

en las calles las gallinas

el perro suelto le ladraba.

 

El pasado ya es pasado

cuando cierro los ojos veo

imágenes ya diluidas

y aun en ellas me recreo.

 

Allá por los años cincuenta

les hablo del siglo pasado

el cuervo se quedó sin nido

y el (ARBOLÓN) arrancado.

 

06-12-2020

                         JUAN GARCÍA INES

 

 

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