EL ESTOMAGO
Tiene capacidad de proceso,
es cerebro sin conciencia,
en moléculas trasforma
alimentos con paciencia.
También procesa suspiros
como trasforma el nutriente
su lenguaje siempre mudo
sin palabra, él nunca miente.
Detecta estados de ánimo
con sus neuros trasmisores,
igual despliega optimismo
que vislumbra sinsabores.
Es auto indisciplinado
y no renuncia al sacrificio,
es morral obsesionado
por el manjar a su servicio.
No controla la obesidad
ni la delgadez en exceso,
necesita de la conciencia
en ese digestivo proceso.
Si tiene hambre implora
y la pobre panza suspira,
satisfecho no dice nada
si está repleto se estira.
Tiene su sistema autónomo,
reivindica, aunque no piensa,
pide embuchar por capricho
y nutrir bien su despensa.
Espejo invisible del ánimo,
las penas sin uñas te arañan
las envuelves y las refugias
y de nervios te enmarañan.
En el jugo gástrico tienes
unas milicias en potencia
triturando lo que le llega
sin mirar la procedencia.
Tramitas un proceso complejo
reciclando a tu
conveniencia
y alimentas al organismo
aunque no tengas conciencia.
JUAN GARCIA INES
No hay comentarios:
Publicar un comentario