LA SOLEDAD EN COMPAÑIA
Ni palabras
ni mirada ni caricia,
no
hay rostro que sientan mis dedos,
la
soledad en compañía me hiere,
labios
trémulos que hablan silencio.
La
ruta de la mirada se extravía,
eclipse
total en los pensamientos,
hielo
que flota en la almohada,
no
hay calor que deshielen los besos.
Una
figura, vaga por mi retina
y
alborota palpitaciones mi pecho,
nace
la bondad despectiva,
sólo
hay roce del manso viento.
Invisible
la soledad me acompaña,
me
corteja, me vigila y la siento,
la
semilla de la tristeza que no brote
y
el corazón no llore, lágrimas de hielo.
Solo
con mi soledad camino
y
sienten mis pasos su aliento,
¿Por
qué la compañía tanto quebranto?
¡¡Si
ella fue siempre un deseo!!
No
hay soledad con palabra correspondida,
cuando
el amor alborea
y
en el corazón hay fuego.
Soledad:
prisión o libertad,
mirada
desconcertada,
sombras
huyendo,
miro,
hablo solo, camino y pienso,
vivo,
duermo, siento la aurora de la vida,
sin
tristezas, entre la soledad sin lamentos.
En
soledad voy buscando caminos,
me
habla y me dice, yo no soy tu deseo,
te
abandonaré cuando encuentres,
la
amistad que despierte tu anhelo.
¡¡Y
busca palabras!!
Y
haz con ellas sendero.
La
soledad en reposo acaricio,
vivo
en su compañía el silencio,
consciente
de mi orfandad reflexiva,
o
la inconsciencia no sea un lamento,
no
soy un loco que te quiera soledad,
te
abracé, y llenaste mis huecos.
la
paz busque y contigo encuentro,
en
la infelicidad eres mi sombra
y
en la melancolía eres consuelo.
Llenar
ese vacío a la vida,
me
contradigo cual satisfecho,
y
unidos cuando me apeno,
en
esta poesía dono palabras,
a
ese espacio del silencio.
JUAN GARCIA INES
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